viernes, 3 de noviembre de 2017

ASTILLERO fiestas de Nuestra Señora de 1932





Vicente Trueba julio de 1932




Por esas fechas, se celebraron las fiestas de Nuestra Señora, con un gran programa de festejos, destacándose la actuación por primera vez en la propia ría del Orfeón astillerense.

La Comisión de Festejos estuvo presidida por don Valeriano Gutiérrez.

El domingo 15 de agosto de 1932, en los campos del Unión Club, jugaron un interesante partido el Invencible Sport, de Santander y el Athlétic, de Astillero.

Los jugadores santanderinos fueron citados en la estación de Bilbao, a las dos y media, para trasladarse en tren hasta Astillero.

El día 18., en la ría, por la noche, se celebró el concierto con la actuación del Orfeón de Astillero-Guarnizo y así se dio por terminado el ciclo de festejos organizados por la Comisión del Ayuntamiento, con motivo de la festividad de la Asunción y de San Roque.

Las verbenas y romerías de los días 14 y 15, estuvieron animadísimas.

La única verbena se celebró el 14, en la calle San José y la romería el día 15, en La Planchada. Este mismo día por la noche se celebró la verbena en el barrio de Vista Alegre.

Al concierto, acudió todo el vecindario de Astillero y gente de los pueblos inmediatos. La noche, bella y placentera, y el aspecto sugestivo en la ría, con su fresca brisa en estas noches estivales, invitaba acudir a tan atrayente acto.

El Orfeón, situado en una barcaza debidamente adornada con banderas y gallardetes e iluminada con multitud de farolillos a la veneciana, cantó varias obras de su repertorio, cuya interpretación obtuvo nutridas salvas de aplausos. También, fueron aplaudidos los niños del orfeón, que, ellos solos cantaron a coros dos canciones populares, muy bonitas.

El premio de belleza para forasteras fue adjudicado a la bellísima señorita, Adela Gordaliza, hija del médico de Villaescusa, del mismo apellido, y el señalado para las señoritas de la localidad, fué otorgado a la encantadora y hermosísima chiquilla, Rosita Vega, hija de don Emilio Vega, maquinista de la Marina Mercante.

Los cuatro jóvenes que integraban el Jurado, se vieron perplejos para cumplir su cometido, por el número de muchachas bonitas que asistieron a las fiestas.

Los premios otorgados consistían en dos preciosos mantones de Manila, que con mucho gusto , lucieron las monísimas nenas agraciadas durante la romería.

El primer premio y la copa del señor patriarca de las Indias, en las regatas de traineras, fueron ganados por la barquía patroneada por Emilio Coterillo, maestro mecánico de Talleres de Astillero.

El domingo 22 de agosto, tuvo lugar la carrera ciclista en un recorrido de treinta y dos kilómetros.

Entró en la meta en primer lugar, Fermín Trueba, hermano del célebre corredor y en segundo, Carranceja, los demás, en pequeñas diferencias.

Se establecieron dos primas en las pendientes de La Cebosa y El Bosque, que fueron ganadas: la primera, por Trueba y la segunda por Carranceja.

Los corredores de la localidad hicieron una excelente carrera, sobresaliendo Tomás Cebrecos, que durante aquélla siguió siempre en el pelotón de cabeza.

A las once y media llegó en automóvil el "as" montañés Vicente Trueba, que fue saludado con prolongada ovación. Fue un momento de intensa emoción y de explosión de cariño que por Vicente, sentían todos los deportistas montañeses.

El gran corredor, que en Francia, puso tan alto el pabellón español, se dirigió al Ayuntamiento, seguido de más de doscientos ciclistas y de todo el pueblo astillerense, y a su paso por las calles no cesaron los vítores y las demostraciones de efusivo afecto.

En el Ayuntamiento fue recibido por el alcalde, señor Gómez y algunos concejales, donde se le obsequió con un lunch, emprendiendo seguidamente la marcha a Santander, acompañado por una numerosa caravana de ciclistas.

Por la tarde se celebró la fiesta marítima, dando principio con la regata de barquías, entre las patroneadas por Paco Ruiz, por Alfredo Castillo y por Manuel Ferrer.

Venció la "Consuelo" de Alfredo Castillo, y la siguieron "El Anade" y "El Cholero", de Paco Ruiz y Manuel Ferrer, respectivamente. A la barquía de Paco Ruiz se le rompió un remo al empezar la regata y ello le resto para entrar el primero.

A continuación se echaron unos patos al agua, lo que resultó muy divertido y terminó la fiesta con una exhibición piragüistica que agradó mucho al numeroso público que presenció este espectáculo marítimo.

En lo deportivo, el partido anunciado del día 21, entre el Unión Club y la Unión Juventud, fue suspendido.

Después de estas fiestas y como novedad en el municipio, se instaló el Circo Parish, en La Planchada, donde  consiguieron  un éxito grande tanto en la taquilla como en las extraordinarias secciones artísticas.

Parece ser que fue la primera vez que se había instalado un circo en Astillero.



En estas fiestas, me gustaría destacar, como algo excepcional en ellas, la actuación del Orfeón en la ría o la visita a Astillero, del gran ciclista, Vicente Trueba. Como también, la primera visita de un circo al municipio.











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