viernes, 4 de abril de 2025

Astillero embarcaderos de petróleo (1888-1895)

 



Embarcaderos

El Gallo

El Campitas


Cuando se instalaron las refinerías Deustch y Compañía (1888) y la de Desmarais Hermanos (1891) se produjo un gran movimiento marítimo en la ría de Astillero con la llegada de barcos a los muelles de estas fábricas.

Buques tanques que en su mayoría procedían de Filadelphia, Newcastle y Nueva Yord.

 

Por el año 1888, fue de importancia la entrada de cuatro barcos a la ría de Astillero para descargar petróleo en el muelle  de la refinería ubicada en esta localidad.

  • Uno de ellos fue la barca "Sarah B. Caun", venida de Fidadelfia, con 26.146 cajas.
  • La segunda la "Sedium", procedente del mismo sitio, con otras 19.050 cajas.
  • La tercera la "Nor", desde Nueva Yord, con una carga de 25.667 cajas.
  • La cuarta "Camelot", procedente de Philadelfia, transportando 12.814 cajas.

Dichos buques ofrecían una novedosa entrada de ellos al muelle de la fábrica Deutsch y Compañía.

En esas fechas el petróleo se cotizaba a 17 pesetas los 37 litros de dos latas, para el consumo.

 

En junio de 1889, llegaba a El Astillero procedente de Filadelfia, el buque noruego "Emmna" con 16.800 cajas de petróleo.

 

En mayo de 1890, la fábrica Desmarias Hermanos, solicito al Gobierno civil la concesión para construir un muelle saliente en la ría del Astillero para el servicio de la nueva refinería. Quedo aprobado por la Junta de Obras en la fecha del 5 noviembre 1890.

 

El martes 14 de julio 1891, se celebró la colocación del último ladrillo en la fábrica de refinería de petróleo de la empresa Desmarais Hermanos.

La fábrica, cuyos trabajos empezaron hacia cuatro meses, estaba construida en sus tres cuartas partes; con tres grandes calderas, destinadas a destilar el petróleo, de 100 toneladas de capacidad cada una; otras tres de veinte y cuatro aparatos de fundición para destilaciones a elevada temperatura, con dos generadores de vapor de 100 caballos de fuerza, representado el conjunto una batería de 12 hornos y una magnifica chimenea de 25 metros de altura, con una sección media de orificio de 2 metros y 20 de diámetro.

Estaba también concluido el gran depósito, capaz de para 1.500 toneladas, y se montaron otros dos, conteniendo en conjunto una provisión de 4.500.000 kilógramos. En la galería de máquinas había doce motores de acción directa, bombas para el trasvase de líquidos y máquinas para producir la ventilación, el aire comprimido y la electricidad.

El muelle que se internaba en la ría, buscaba calado con objeto de que atracasen buques hasta 3.000 toneladas, en el  estaba concluido y dispuesto un tubo de aspiración de 150 m/m. de diámetro y 400 metros de longitud que conduciría el petróleo directamente desde los barcos-tanques a los depósitos.

Estos trabajos  más los de los edificios e instalaciones fueron ejecutados, bajo la dirección de los señores: M.J. Hugonnier, Ingeniero de Desmarais Hermanos; Mr. Ulysse Carton, contramaestre y por Féliz Kerneil contratista.

Quedaría nombrado futuro director de la fábrica, Mr. Alliot.

La inauguración de la fábrica fue en agosto de 1891.

 

En la fecha de mayo 1892, procedente de Filadelfia, cruzaba la bahía y fondeaba en el Astillero bajo la dirección del práctico Sr. Castillo, el tauksteamer "Broadmayne", un buque de hierro, con 184 pies de calado y 3.000 toneladas de carga, mandado por el capitán inglés Sr. Byder.

Este buque, el mayor de los que habían entrado en puerto con cargamento de petróleo, venia directamente a la fábrica de refinería de los señores Deutsch y Compañía.

El cargamento de petróleo que descargaba el Broadmayne, venía a granel y era aspirado del buque por dos potentes bombas que lo conducía por medio de una tubería a dos tanques montados sobre básculas, donde la Aduana lo pesaba y despachaba.

De estos tanques pasaba a los numerosos y grandes aparatos de destilación y refinamiento.

Esas operaciones de transporte y de descarga de los petróleos, había experimentado en pocos años importantes y serios adelantos, que simplificaba las maniobras como por lo que se refería a la seguridad pública.

Las descargas de cajas y barriles, como se venía practicando en esas fechas, ofrecían múltiples manipulaciones que daba lugar a riesgos constantes para los obreros ocupados en la descarga, para la fábrica misma y sobre todo principalmente para el puerto de Santander.

Ello daba lugar a la instalación a dos grandes talleres para la fabricación de latas y cajas de madera, industria cuyo monopolio venían ejerciendo hasta aquí los Estados Unidos.

 

Por junio de 1893, el periódico Philadelphia Record, periódico americano de mayor importancia en todas las cuestiones industriales y comerciales, publicaba unos detalles interesantes sobre el nuevo vapor tanque, el "James Brand", destinado a transportar petróleo a granel.

Este vapor, uno de los más grandes del mundo para esta clase de transporte, estaba construido todo en acero, de 345 pies, ancho al medio 45 y profundidad de calado 29 1/2 idem. ingleses.

Podía cargar 5.000 toneladas de petróleo y era la primera vez que en América había cargado de dicho liquido bruto, un vapor de tanto tonelaje.

Por una disposición ingeniosa, el constructor Sir J. Armstrong, de Newcastle-on Tyne, había dispuesto los hornos de las calderas de tal manera, que podía servirse de petróleo bruto como combustible, y, por consiguiente resultaba una supresión de fogoneros y carbón, e importante aumento en el volumen de la carga.

El "James Brand" era el primero que había atravesado el Atlántico con este sistema de calefacción.

Salió desde Newcastle para Filadelfia, en donde cargo petróleo bruto para la casa Desmarais Hermanos, en el Astillero.

Era también en España donde se veía por primera vez un vapor de tales dimensiones y sorprendiendo en las nuevas instalaciones de la fábrica Desmarais Hermanos.

Se le felicitaba a los señores Desmarais Hermanos por su iniciativa y de haber conseguido ante las dificultades de recibir al "James Brand".

Esta fábrica establecida hacia dos años, se encontraba instalada con los más modernos adelantos y con los mejores medios de producción y a quienes se la conocía por todo España como el petróleo EL GALLO.

 

Las fábricas establecidas en el Astillero, tras destilar el petróleo y proceder a la venta sus productos surtían a los pueblos vecinos con vapores tanques o enviando cajas del combustible.

Para la ventas directas desde la fábrica, las suministraban en cajas de 37 litros.

 

A partir de 1927, tras la función de las dos fábricas de refinería, por la Compañía de Monopolio de Petróleo, las descargas del petróleo crudo se hacía en el Depósito Franco de Santander y por tanto los muelles antiguos de Astillero, quedaron inhabilitados.

La factoría de Astillero empezó a utilizar sus tanques del Depósito Franco, como depósito y en él tenía Campsa una plantilla de obreros para su funcionamiento.

Eran continuo los petroleros de la flota de Campsa que entraba a la bahía para su descarga, entre ellos el "Campomanes", "Campante", "Campana", "Campiz", "Campeón", "Campeche", "Campesines" "Campilo".....

Por entonces el liquido se llevaba hasta Astillero desde el Depósito Franco, en la gabarra " Campitas" quien lo descargaba a través de las tuberías aún existente a los grandes de depósitos de la factoría, para su destilación y una vez ya transformado el liquido en combustible transportarlo en camiones cisternas para su destino.


En 1941, se encontraba varada en el muelle de la factoría de Campsa, la gabarra metálica de propiedad de esta Compañía y denominada "Gallito" para su enajenación como chatarra.


En 1961 la factoría de Campsa en Astillero se cerró para trasladarse a Santander y era cuando los grandes petroleros atracaban en El Cuadro del Poblado Pesquero, para su descarga a la nueva factoría.

 

 






















viernes, 28 de marzo de 2025

ASTILLERO fiestas de San José año 1961

 






Para las fiestas de San José de 1961, la Comisión de Festejos había confeccionado un programa amplio y destacado del agrado de sus convecinos.

 

 CULTOS RELIGIOSOS

El día 19, a las doce, misa solemne, en la que intervendrá el Coro parroquial, con la interpretación de La Misa, de Perosi, a cuatro voces.

Presidirán el acto las autoridades locales.

 

FESTEJOS POPULARES

Sábado 18, a las seis de la tarde, en la calle San José, gran carrera de cintas sobre patines para niños.

A las once de la noche, un nutrido disparo de cohetes y bombas de artificio, dando comienzo en la Planchada la primera gran verbena.

Domingo 19, a las once y media de la mañana, tendrá lugar una carrera ciclista correspondiente al Gran premio Juvenil, primero de la temporada, con un recorrido de 60 kilómetros. El itinerario con salida de Astillero, frente al Ayuntamiento, dar una vuelta al circuito local y seguidamente salida con dirección a San Salvador, Liaño, Solia, Guarnizo, Crucero de Boo y circuito de Astillero, haciendo este recorrido tres veces, para terminar dando tres vueltas al circuito local

A las seis de la tarde, en La Planchada, gran romería y a las once de la noche dará comienzo la última verbena, que durara hasta altas horas de la madrugada.

 

Este año no se pudo organizar partido amistoso, al encontrarse el Unión Club en competición oficial y tener que desplazarse ese día a Bilbao.

 

Fueron dos días animadísimas y con miles de visitantes que pudieron divertirse alegremente.

Lo que sí han podido contemplar esta gente, la nueva Planchada una vez terminadas las obras, que difiere totalmente a la antigua con aquellos arboles y verde piso, para encontrarse con la actual, más actualizada.

Como también, la desaparición de la famosa "playita" junto a la ria.

 



Donde estudie yo, hasta noviembre de 1961

















viernes, 21 de marzo de 2025

ASTILLERO fiestas de San José 1955

 






El día 18 de marzo de 1955, se celebró la inauguración oficial de las fiestas patronales de Astillero, con el disparo de bombas y cohetes anunciando la apertura de las fiestas y a continuación un pasacalles de gigantes y cabezudos recorrieron las principales calles, acompañados de pito y tambor.

A continuación actuación de la orquesta del maestro Tella.

 

El día de la festividad de San José, por la mañana, a las once, misa solemne y en la calle San José frente al Ayuntamiento, concierto a base de un selecto repertorio.

El Coro parroquial interpretaron la misa del maestro Iruarrizaga "Credo in unum Deum", a cuatro voces mistas. Las partes variables serian de canto gregoriano..

 

Por la tarde el tradicional partido amistoso en esta ocasión, una selección de Santander contra el Unión Club.

El equipo visitante anunciado, quedo sustituido por el Rayo Cantabria.

 

Terminado el futbol, la tradicional y pintoresca romería popular en la Planchada y a las diez de la noche, la verbena que terminaría a la madrugada.

 

El día 20, el I Circuito Motorista de Astillero, patrocinado por el Ayuntamiento y con la colaboración del Real Moto Club Montañés.

A las cuatro de la tarde, partido de futbol del Campeonato por la permanencia entre el Naval y el Unión Club, en Reinosa

 

A continuación segunda romería popular prologándose por la noche.

 













 

 


jueves, 13 de marzo de 2025

ASTILLERO visita de los Infantes a los Talleres del Astillero - 4 y 11 agosto 1930.

 



Su alteza don Jaime, junto con el director general de Industrias, don Manuel Caanova; el presidente del Consejo de Administración de Talleres de Astillero, don Casimiro Tijero y alto personal de los mismos.


El día 4 de agosto de 1930, el infante don Jaime de Borbón, visitó los Talleres de Astillero, acompañado por su ayudante señor Capdepón e inspector general de los Reales Palacios, don Luis de Asúa y de don Casimiro Tijero.

Le recibieron a la entrada de los talleres, el director general de Industria, don Manuel Casanova; don Casimiro y don Justo Tijero; el alcalde Astillero, don Felipe Castillo y don Andrés Jalón.

A continuación el infante visita el interior de los talleres, empezando por el de ajuste, donde se detuvo detenidamente ante los grandes tornos y en donde apreció el trabajo de varias piezas para locomotoras.

Se detuvo viendo el montaje de dos apisonadoras para carreteras de las cuales una era de motor de vapor y otra con motor de aceite pesado.

Después se paró para apreciar la construcción de diferentes cambios y traviesas de unión doble, con destino a la Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España y a la Compañía de Grandes Pendientes, montados estos últimos sobre traviesas metálicas.

Igualmente ante los grandes martillos pilones neumáticos del taller de forja, donde se estaban haciendo piezas de vagón, para ferrocarril principalmente.

Continuó con la visita en el taller de calderería y de construcciones metálicas, para contemplar la construcción de varias calderas de barcos y de tipo locomotora, para apisonadoras, viendo con detenimiento y satisfacción los modernos hornos de calefacción con aceite.

Lo que le llamó la atención fueron las grandes tijeras de chapas, que cortan ésta, por gruesa que sea, como si fuera papel y las de enderezar curvas, de una potencia verdaderamente formidable.

Ya en el exterior de los talleres, estuvo observando la explanada de montaje de vagones considerando la construcción en serie y la disposición para los movimientos de aquéllos, según el estado de adelanto que tenía en la fabricación.

En su visita se detuvo en el dique seco, capaz para barcos hasta de 6.000 toneladas, donde vio la reparación del buque "Marisa Teresa", llamándole la atención las condiciones perfectas de este dique y su facilidad para todas las maniobras.

Su Alteza preguntaría el procedimiento que se seguía para llegar de agua el dique y las maniobras necesarias para la entrada y salida de los barcos del dique y seria el presidente del Consejo de Administración quien le dio explicaciones pertinentes y se permitió anunciarles que brevemente podría quedar satisfecho sus anhelos, pues en próxima marea se efectuaría las operaciones y maniobras con dos vapores, uno de salida y otro de entrada.

Asimismo vio la construcción de un buque para el transporte de torpedos, con destino a la Marina de guerra y para el servicio del arsenal de Cartagena, cuyo buque se hallaba en grada, próximo a ser botado al agua.

Por último visitó su alteza las elegantes oficinas de la Sociedad, donde el personal técnico y administrativo le demostraron todo el afecto y gratitud que le debían por el honor de la visita.

Don Casimiro Tijero, en nombre de la Sociedad, ofreció al infante un precioso modelo de ancla plegable para balandros, hidroaviones y embarcaciones menores toda de bronce, modelo muy original y de gran utilidad, por ser plegable, según se demostró ante el infante, apreciándose la facilidad y sencillez de su mecanismo.

El infante quedó muy agradecido al obsequio y firmó en el álbum de los talleres, saliendo directamente a la lujosa villa que el señor Tijero tenía.

Al marchar el infante, todo el personal obrero, alrededor de unos 400 colocados en dos filas, le tributaron una calurosa ovación.

En casa del señor Tijero, le recibieron la viuda de Noriega; las señoras de Asúa, Tijero Jalón y Tijero (Justo); las señoritas Josefina y Maria Luisa, Asúa, Carmen y Maria Teresa Huidobro Polanco; Maria del Carmen Tijero; Maria del Pilar Arrola; Maria y Trinita Casanova; Consuelo Leguina y Blanquita Vallejo.

Hizo los honores de la casa, la distinguida señora de Tijero, que ofreció a su alteza una delicado "lunch".

A las cinco y media de la tarde abandonó el infante la residencia de los señores de Tijero, regresando a Santander, muy satisfecho del desarrollo y progreso de estos Talleres de Astillero.

 

Transcurridos unos días de la visita de don Jaime a los Talleres de Astillero, volvía de nuevo el día 11 de agosto por la tarde, a la hora en que los numerosos obreros se encontraban trabajando en sus respectivos oficios y departamento.

Fue una visita inesperada por don Jaime, a quien acompañaba el director general de Industria, don Manuel Casanova.

Como en la anterior visita, tenía su alteza interés de presenciar las operaciones necesarias para llegar de agua el dique y la salida y entrada de algún vapor en el mismo.

Así fue y a las tres y media de la tarde llegaron a los Talleres don Jaime, junto con sus hermanos, don Juan y don Gonzalo, acompañados del inspector general de los Reales Palacios, don Luis de Asúa y los señores Capdepón y Salazar, y el señor G. Camino.

A la puerta de los talleres, les aguardaba el Consejo de Administración del mismo, con los altos empleados técnicos y administrativos y el alcalde de Astillero, don Felipe Castillo.

En el intervalo necesario para llenar de agua del dique y que el barco pudiera flotar, recorriendo sus Altezas todos los departamento de los Talleres, acompañados de los señores, Tijero y Arrola, presenciando los distintos trabajos que se realizaban, y ante cuyas máquinas pudieron presenciar el manejo de las mismas, informándose de su funcionamiento por las preguntas y conversaciones que tuvieron con distintos operarios.

Los infantes visitaron todas las dependencias de la factoría, acompañados de don Casimiro Tijero y don Cándido Arrola.

Luego se dieron las órdenes oportunas de comenzar las operaciones de llegar de agua el dique y de quitar las escoras y amarras para efectuar la salida del vapor "Valentín Fierro", de la Casa Fierro, de San Esteban de Pravia y seguidamente se procedió a la maniobra para la entrada del "Cabo Santa Pola", de la Compañía Ibarra de Sevilla.

Todas estas maniobras fueron realizadas a la mayor perfección y todos los visitantes en el acto, agradecieron a don Casimiro Tijero y a don Cándido Arrola, presidente y vicepresidente del Consejo de Administración y satisfacción de haberlas presenciado.

Los infantes y sus acompañantes firmaron en el álbum de los Talleres y fueron invitados a tomar el té en la residencia del señor Tijero, donde fueron recibidos por las señores viuda de Noriega y de Galán; las señores de Tijero, Asúa, Arrola, Casanova, Jalón, Tijero (de C. y J.); Campos Guereta; las señoritas Asúa, Huidobro Polanco, Maria del Carmen Tijero, Maria del Pilar Arrola, Marisa, Trinita y Margot Casanova; Consuelo Leguina y Blanquita Vallejo; los señores don Eduardo Noriega; don Pedro y don Luis Arrola; don Justo y don Casimiro Tijero; don Alfonso Asúa, don Gabriel Castañón, don Pedro Viesca, don Alvaro Lanuza y don Andrés Jalón.

Una nota simpática, y que fue comentada, fue la autorización concedida por los Infantes a unos de los obreros, tornero de los Talleres, para que con su pequeño Kodak les hiciera una fotografía, merced por la cual el operario, respetuosamente, supo demostrar el agradecimiento por la gracia dispensada. (lo que ahora se llama un selfic)

Los infantes salieron de la residencia para Santander, muy complacidos por las atenciones que habían recibido.

 

 


 


 






 

 

 

 


viernes, 7 de marzo de 2025

GUARNIZO visita del nuevo Obispo de Santander, Monseñor, Juan Plaza Garcia año 1921

 



El día 1 de julio de 1921, el pueblo de Guarnizo, recibió la visita del nuevo Obispo, señor Juan Plaza Garcia.

En los alrededores de la hermosa finca de la señora viuda del General Calleja, se reunieron todos los vecinos y de los alrededores, además de los niños y niñas de la Escuela de Graduada de Guarnizo

A la llegada del Prelado, se dispararon cohetes y se elevaron entusiastas vivas a favor del nuevo Obispo.

Parejas de la Guardia Civil de infantería y caballería, de aquel puesto, velaron por el mantenimiento del orden.

A la entrada de la finca, se habían levantado vistosos arcos.

En el parte que rodeaba la casa, se hallaban las autoridades y sacerdotes de la Catedral., representando al clero parroquial de la capital, todo el de aquel Arciprestazgo y comisiones de Comunidades religiosas.

En la terraza de la casa, recibió al señor Obispo, la señora viuda de Calleja, acompañada de la señora, doña Manolita Saro, viuda de Ordoñez.

Su Excelencia, se despidió del público, bendiciéndoles desde la terraza. Después paso al salón de la casa, donde recibió a las comisiones y particulares, que acudieron a saludarle.

También se trasladaron a Guarnizo para saludar al señor Obispo, varias autoridades, corporaciones y particulares, para acompañar al Prelado hasta la capital y formar la comitiva de su entrada a la capital.

La tarde del sábado, quedó hospedado en Guarnizo, el señor Obispo, en la casa de la viuda del General Calleja.

En esta casa, cumplimentaron al señor Obispo las autoridades del Ayuntamiento de Astillero, a cuyo término municipal pertenecía Guarnizo, el pueblo favorecido en esta histórica fase del episcopado santanderino.

También acudieron a saludarle allí, el señor cura párroco de Astillero y todos los del Arciprestazgo.

Durante toda la mañana del domingo y primera parte de la tarde; fue extraordinaria la animación en el pintoresco pueblo e inusitado el movimiento en las carreteras que a él afluyen. Por trenes y tranvías, fueron muchísimas personas que se trasladaron ese día Guarnizo para conocer al nuevo Prelado.

Durante aquel tiempo, S.E.I., recibió numerosas visitas de autoridades y comisiones.

Entre otras muchas, fueron los señores: Gobernador civil, don Luis Richi; Gobernador militar, general don Eduardo Castell, con su ayudante, señor Portilla; Delegado de Hacienda, don Luis Martinez Ugarte; Registrador de la Propiedad, don Atilano Alonso; Comandante de Marina, don Antonio Incera; Inspector de Sanidad Marítima, don José González Pau; Presidente de la Diputación, don Eusebio Ruiz Pérez; presidente de la Audiencia, don Aurelio Peláez; Clero del Arciprestazgo de Villacarriedo y Colegio de Escolapios del mismo.

Comisión del Ayuntamiento de Santander, formada por los señores, don Fernando López Dóriga y don Joaquin Fernández Quintanilla; ídem. de la Cámara de Comercio, formada por los señores, Pérez del Molino, Huidobro y Valle; Comisión del pueblo de Lugar de Monte, compuesta por el párroco don Luis Tijera, concejal don Gervasio Gómez y médico don Vicente Carreró; Comisión de la Cruz Roja, compuesta de los señores Mata, Piris y Presmanes; Comisiones de la Federación Agrícola Montañesa, Federación de Estudiantes Católicos, Círculo de Obreros y Asilo de San José de Astillero, ídem. de San Vicente de Paul de Santander, ídem. del Colegio Cántabro, ídem de la Sociedad Amigos del Sardinero, con el capellán señor Elena, ídem.  de la Adoración Nocturna, ídem de las Congregaciones de San Luis y San Estanislao; Párroco de San Francisco, don Agapito Aguirre, don Pedro Ruiz, don Avelino Zorrilla, don Enrique Plasencia, don Victoriano y don Fernando López Dóriga.

Para Guarnizo fue un día histórico, la presencia del nuevo Obispo de Santander, señor Juan Garcia y Plaza y la visita de tantas personalidades que llegaron para saludar al nuevo Obispo y que los vecinos del pueblo, pudieron contemplar y que tendrían la fecha señalada como recuerdo de ese día.

La casa del General Calleja, "Villa Rosario", conocida como la Casa de la Generala, se encuentra en el lugar cercano donde vivieron mis abuelos. Aún se mantiene conservada este magnífico edificio, ocupado por sus herederos.

 















sábado, 1 de marzo de 2025

ASTILLERO visita de los alumnos de caballería de la Academia de Valladolid en mayo de 1909.

 




En las fechas de mayo de 1909., entre las muchas fiestas que el laureado regimiento de infantería de Valencia venían realizando en su cuartel de Maria Cristina, una de las pocas tan animadas y brillante fue la que se obsequió a los alumnos de la Academia de Caballería de Valladolid, en su marcha de prácticas en Santander.

El coronel del regimiento, el señor Campos Guereta (natural de Astillero), organizó de acuerdo con la oficialidad, la fiesta celebrada el 15 de mayo, con todo éxito y dedicado a los alumnos de Caballería.

A las once de esa mañana, llegó al cuartel el Gobernador militar, general señor Campuzano, acompañado del comandante secretario del Gobierno y de su ayudante, señor Pardo, siendo recibidos por el coronel y los jefes y oficiales del regimiento, mientras la banda tocaba la marcha de infantes.

Poco después llegó al cuartel el segundo comandante de marina, señor Garcia Lahera.

Fueron llegando los cadetes de caballería y algunos otros invitados, entre los que se hallaban los socios del Unión Club, señores Moscoso, García, Zumelzu y Cabrero y el diputado provincial, señor López Dóriga.

Después llegaría el coronel director de la Academia, señor Souza, con los oficiales-profesores, recibiéndoles el coronel, señor Campos Guereta.

Terminada la visita a los distintos pabellones del cuartel, el coronel, señor Campos Guereta, quiso dar á conocer a los invitados el estado de instrucción en que se hallaba el regimiento y ordenó que saliera la compañía que estaba a cargo del capitán, señor Sañudo y a mando del teniente don Francisco Quiros, para que hicieran algunas evoluciones con arreglo a la nueva táctica militar.

Pero lo que produjo verdadero entusiasmo fue ver a los soldados, cargados con toda la impedimenta de campaña, escalar con una facilidad grandísima, la tapia del cuartel, que tendría más de dos metros de altura, saltando fuera.

La animada fiesta terminó a la una y media de la tarde, quedando todos los que a ella concurrieron muy complacidos de las atenciones y obsequios de que fueron objeto por parte de los jefes y oficiales del Regimiento de Infantería de Valencia.

  

Correspondiendo a la atenta invitación que les hizo el Alcalde, señor Martinez, en nombre del Ayuntamiento, el jefe y oficiales-profesores y alumnos de la Academia de Caballería de Valladolid, asistieron el día 14 de mayo de 1909, por la tarde a una gira marítima, que en su obsequio les habían organizado.

A las cuatro de la tarde se reunieron en el embarcadero de pasajeros todos los alumnos y algunas otras personas invitadas, entre las que se encontraba el Gobernador militar, señor Campuzano; el coronel del regimiento de Valencia, señor Campos Guereta; el presidente de la Audiencia, señor Torres; el Fiscal, señor Mauro; el ex Gobernador civil, señor Bernad; los diputados provinciales, señores Agüero y Pérez Eizaguirre; el conde de Casa-Puente, y otros.

En un vaporcito embarcaron primero la mayoría de los alumnos, acompañados del primer teniente alcalde, señor Campo, y los concejales señores Gómez Vega y Rodriguez Prieto.

Luego en la "Cantabria" entraron otros muchos alumnos con su coronel-jefe, señor Saura; el general Gobernador; el coronel de Valencia; el Presidente y Fiscal de la Audiencia; el Alcalde, señor Martinez; los señores Agüero y Solano, conde de Mansilla y dos oficiales de la Academia.

En la lancha vapor "Santa Maria" embarcaron dos capitanes, cuatro oficiales y algunos alumnos de caballería y los señores Bernard, Gutiérrez, Pereda (S), Sainz Trápaga, conde de Casa-Puente, Cabrero, Pérez Eizaguire y Torres Quevedo.

La salida de estas embarcaciones conduciendo a los excursionistas fue presenciada por numeroso público desde los muelles.

Reinaba fuerte viento del Norte y la tarde no era todo lo agradable que hubiera sido de desear para dar un paseo por la bahía.

Pero á pesar de la marejada que el viento levantaba y que á veces hacia que se metiera a bordo bastante agua, los pequeños vapores se dirigieron al vapor "Reina Maria Cristina", amarrado en la boya de los correos, pues todos los alumnos tenían deseo de visitarle.

Los jóvenes excursionistas con sus acompañantes se trasladaron al "Cristina" y le visitaron detenidamente, gustándoles mucho el magnífico barco de la Compañía Trasatlántica española.

A bordo del "Cristina" hicieron muchas fotografías para llevarlas como recuerdo de la visita.

Volvieron luego a embarcar en los mismos vapores y atravesando toda la bahía, después de pasar por la dársena, se dirigieron, desafiando lo desapacible del tiempo, al ASTILLERO.

Dos de los vaporcitos se acercaron a la isla de Pedrosa y los jóvenes alumnos que iban en uno de ellos atracaron al muelle y desembarcaron en aquel hermoso sitio, regresando luego al barco verdaderamente entusiasmados de la bellezas de la isla.

De la "Cantabria" trasbordaron, medio de la bahía, a la "Santa María", el coronel de caballería, señor Saura; el coronel de infantería, señor Campos Guereta; el conde de Mansilla y algunos alumnos, siguiendo luego a la "Santa Maria" hasta el ASTILLERO y se aproximaron al muelle embarcadero, donde les esperaban a los excursionistas el Alcalde de Astillero, señor Ezquerra; el médico, señor Mora, el teniente de Carabineros y otras muchas personas.

El Alcalde, señor Ezquerra, cumplimentó al coronel jefe de la Caballería, señor Souza, y luego, invitado por los excursionistas, pasó a bordo con el teniente de carabineros y el señor Mora, para acompañarles hasta Santander.

Durante el paseo se obsequió por el Ayuntamiento con un lunch a todos los excursionistas.

El regreso se hizo directamente al muelle de pasajeros, porque el tiempo no estaba para seguir por la bahía, el viento y el agua molestaba bastante a las embarcaciones.

A las seis y cuarto llegaron al muelle, demostrando todos los jóvenes alumnos de Caballería su satisfacción por el paseo, que les había agradado mucho, y teniendo en cuenta que para la mayoría era una novedad el embarcarse y pasear por un mar bastante agitado, que hacia moverse un poco a las pequeñas embarcaciones que les llevaban.

Durante la excursión, algunos oficiales y alumnos se entretuvieron en sacar fotografías.

El escuadrón de alumnos de la Academia de Caballería de Valladolid, regresaría tras un viaje por distintas localidades, a Valladolid, lugar donde estaban haciendo las prácticas.